Vestido flor
El vestido se convierte en la prenda estrella de la temporada. Desborda la cantidad de apariciones en la pasarela de verano y una de sus formas clave es el vestido a capas: la orgánica silueta se forma con ligeras sedas o reforzadas con tules para intensificar el efecto tridimensional de las hojas. Mini, midi o largo en el mismo tono o jugando con tonalidades de la misma familiar para crear el somático efecto flor.
ISABEL SANCHÍS, ROBER RODRÍGUEZ Y ÁGATHA RUIZ DE LA PRADA
Shirtdress
El vestido camisero de popelín se reinventa en longitudes extremas, con cortes en el escoté o en versión para hombre pero siempre en blanco puro y sin perder su clásica esencia. La prenda vuelve a respirar el mismo ADN con la que nos la ofreció Christian Dior en los años 50s: materiales crujientes y volúmenes propios de alta costura.
ROBER RODRÍGUEZ, MAISON MESA Y RUBEARTH
Falda capa
La falda se alarga y se infla. Los tejidos voluminosos y pesados cubren rigurosamente desde la cintura hasta el tobillo. Plisados o delicados pliegues conjuran un estructurado espacio para las piernas. La falda se vuelve serena e importante esta temporada, ocupando más espacio que nunca.
ANGEL SCHLESSER, DOMMINICO Y HANNIBAL LAGUNA
Caftán
La cosificación de la nueva silueta y los tejidos cómodos y poco pesados en una solo prenda es sin duda el vestido Caftán. Reaparece desde la tumba de las tendencias olvidadas como una nueva declaración de intenciones fusionándose en formato pañuelo o toalla pero sin perder su identificativo gesto de manga triangular.
DEVOTA&LOMBA, MARCOS LUENGO Y ÁGATHA RUIZ DE LA PRADA
Contenido: Agradecimientos MBFWMadrid