SFA, Spanish Fur Association (Asociación Española de la Peletería) es una agrupación empresarial privada sin ánimo de lucro dirigida a todos los profesionales del gremio peletero en España: granjeros, curtidores, patronistas, confeccionistas, diseñadores, modistos de alta costura, mayoristas y detallistas.
Si hacemos un poco de historia sobre la peletería, es la industria dedicada a la elaboración de indumentaria con piel animal y cuero. Es una de las técnicas más antiguas conocidas, si nos remontamos a la prehistoria su vestimenta estaba creada exclusivamente con pieles de animales.
Debido a las modas, las pieles siempre se ha considerado un artículo de lujo, por su especial confección, la especie y mantenimiento. Y bueno todavía a día de hoy se considera un signo de distinción y de elegancia y se sigue proponiendo en la grades pasarelas.
Aunque en estos últimos años la popularidad de las prendas de piel ha sufrido importantes pérdidas debido a la concienciación de proteger algunas especies de animales por parte de asociaciones protectoras, movimientos sociales y organizaciones no gubernamentales, y por ello la industria peletera siempre ha estado en el punto de mira por el proceso de fabricación de abrigos y accesorios de pieles procedentes de diferentes animales.
No obstante hay opiniones de todo tipo, cabe destacar el gran número de consumidores piensan que las pieles falsas y ciertos tejidos sintéticos contaminan mucho, como por ejemplo el poliéster, este tarda más de 500 años en biodegradarse, la piel únicamente entorno a 50 años.
Hablamos con Jesús Lorenzo Vicepresidente de SFA, Spanish Fur Association (Asociación Española de la Peletería)
S.G- En los últimos años, la popularidad de las prendas de pieles ha experimentado un importante descenso en todo el mundo y cada hay más marcas y muchas de ellas marcas de lujo, solo apuestan por prendas sintéticas y veganas. ¿Qué perspectivas de futuro tiene la industria peletera para paliar estas pérdidas?
J.L- Es cierta la afirmación de que la popularidad de las prendas de piel han experimentado un importante descenso, mirándolo desde este lado del planeta. No es así si lo miramos desde países asiáticos, entre ellos China.
También es cierto que muchas marcas han hecho público que no van a seguir utilizando peletería o algunos tipos de pieles. Pero hay muchas otras que no renuncian, porque hacen una apuesta por la calidad, la artesanía, la exclusividad, el diseño, producciones sostenibles, productos sostenibles, productos naturales, biodegradables… Algunas de esas marcas han participado activamente en la creación de la certificación Furmark. Creo que la apuesta de estas marcas responde a la pregunta.
S.G- Hoy en día hay asociaciones y activistas por los derechos de los animales que utilizan los medios digitales como las redes sociales como estrategias de concienciación, en algunos de los casos no todas las noticias son ciertas. ¿Hay alguna noticia que os haya causado especialmente daño por no ser cierta?
J.L- Ninguna en especial y todas! Tenemos un constante goteo de noticias falsas, con medio verdades, que tergiversan la realidad y manipula al consumidor.
Nos encontramos que cuando intentamos rebatir sus medio verdades, su afirmaciones falsas o tergiversadas no nos permiten expresarnos, nos bloquean, aparecen usuarios falsos... Porque la verdad es que cuando podemos dialogar, expresarnos, nos encontramos con un público verdadero que nos escucha y que nos entiende y sobre todo se dan cuenta de su error y en la mayoría de los casos
rectifica.
El otro problema con el que nos encontramos en las redes, el miedo a expresar lo que piensan los usuarios por miedo a que les bloqueen o al ataque de usuarios que en muchas ocasiones
son falsos.
S.G- ¿Cuál es la situación actual de la industria peletera en España?
J.L- Efectivamente no es la de mis padres o la de mi abuelo (yo soy tercera generación), esos años de oro pasaron, pero creo que es un buen momento.
Europa está haciendo un giro del fast fashion al slow fashion. Se han dado cuenta que el modelo de producción en masa no es sostenible. La peletería es todo lo contrario a la producción en masa, aunque se pueda trabajar en serie, la producción es muy artesanal y eso favorece a la producción localizada, buscando la mano de obra cualificada, especializada.
Por otra parte hay una concienciación social por lo sostenible, por lo natural, por no generar residuos. Y justo la peletería es todo ello.
"La Peletería es sostenible, es moda circular."
Furmark, es el sello de garantía de la Peletería, garantiza la trazabilidad desde su origen hasta el consumidor final, además de su origen de la materia prima, su proceso y su confección. La Peletería es Moda Circular, y a mí me gusta hablar de dos momentos en concreto.
Uno en la confección, todos los retales que se generan durante la confección se unen para ser reutilizados para nuevas prendas (son las que toda la vida se han llamado “de retales”). Y el otro es la capacidad que tenemos de darle una nueva vida a un viejo abrigo.
Y es en esta parte en la que me voy detener un poco más. Cuando un abrigo de piel ha llegado a su final porque se ha pasado de moda, porque ya lo hemos usado muchas veces y llega un momento que ya se queda colgado en la percha, no se usa pero no se tira (porque verdaderamente se sabe que tiene un valor). Es ese el momento de llevar la prenda a un peletero, donde la va a mimar, la va a desmontar, donde va a tratar el cuero, el pelo y va a montar una nueva prenda con un nuevo modelo, en la mayoría de los casos sin gastar más recursos. El resultado final será una nueva prenda, del último modelo, pero usando las viejas pieles. Esto es algo en que somos de los pocos que a nivel de circularidad podemos hacerlo.
Nos encontramos en otras industrias como la automovilística, la electrónica, entre otras que ya lleva un tiempo vendiendo productos reacondicionados. Al principio se hablaba de productos que habían recuperado del proceso calidad. Les habían cambiado la piezas defectuosa, luego productos provenientes de reemplazo, también cambiando la piezas defectuosas y ahora abiertamente se habla de productos que han llegado a su fin, pero en vez de mandarlos a desguace se reacondicionan cambiando las piezas de desgaste y dándole una nueva vida.
Y todo eso me parece muy bien. Nosotros lo llevamos haciendo desde siempre, pero con la diferencia: que en la industria de la Peletería entregamos un producto del último modelo como si fuera nuevo (a veces cuesta diferenciar el nuevo del viejo) con las pieles viejas, sin apenas generar residuos (solo aquellas partes estropeadas y en algunos casos los forros que no se pueden recuperar) y lo podemos hacer sin recurrir a nuevos recursos de materia prima. Mientras que en otras industrias entregan el mismo producto (modelo antiguo, misma tecnología…) cambiando las piezas dañadas, cambiando las piezas estropeadas, cambiando las piezas de desgaste, también quedará como nuevo pero se han generado residuos (menos que si mandamos todo al desguace) y se extraen nuevos recursos.
Foto: Cortesía de Furmark/SFA/IFF
S.G- El sector de la peletería siempre ha estado en el punto de mira debido a una gran parte de la sociedad que no acepta el que se provoque sufrimiento a seres vivos por cuestiones de moda y estética. ¡Es un modo de pensar delicado la verdad! Según tu opinión, ¿qué le dirías a estas personas para que entendieran mejor todo lo que conlleva este oficio?
J.L- Es mi deseo, hablar desde el respeto a los demás. Yo tampoco estoy de acuerdo en el sufrimiento por capricho a ninguna persona, animal, vegetal o cosa.
Hay que tener en cuenta que la industria de la peletería no es el único que utiliza el animal, pero si somos la parte visible. Se utiliza para alimentar a los seres humanos y a las mascotas, se utiliza para temas estéticos como la tinta de los tatuajes o los tintes de pelo. También para industrias farmacéuticas, cosméticas… Como otras industrias por ejemplo de la automoción… Algo tan sintético como una gominola también procede del animal…
Aquí en España hay unas 50 granjas de cría de animal. ¿Cuál es la opinión general de los españoles sobre la cría y fabricación de abrigos de piel?
Existe una encuesta reciente hecha a nivel internacional, dónde más del 60% de la población española ve bien y le gusta el uso de abrigos de piel. Se ha preguntado alguna vez ¿porqué se empeñan en imitar la piel de verdad?
S.G- Habéis hablado de este tejido como uno de los materiales de moda más sostenibles y responsables para el medio ambiente, respecto a esto hay bastante desconocimiento. ¿Podrías explicar por qué es un material sostenible?
J.L- La Peletería es sostenible, es moda circular.
Furmark, es el sello de garantía de la Peletería. Garantiza la trazabilidad desde su origen hasta el consumidor final. Certifica el origen de la materia prima, Certifica su proceso y su confección.
Furmark es la certificación Global y el sistema de trazabilidad para las pieles naturales que garantiza el bienestar animal y los estándares ambientales. En el origen se garantizan el uso de pieles bajo los programas ambientales y de bienestar animal, tienen una base científica, están certificados por terceros y son transparentes, creo que a día de hoy está claro este tema, pues no nos afecta solo a nosotros, también le afecta a otros sectores como el ganadero… También genera un equilibrio social.
La piel natural está altamente regulada a nivel internacional (Cites), nacional, regional y local.
En el proceso de curtido, son muchos los años que se llevan trabajando para mejorar las técnicas para mejorar los procesos, para que sean procesos limpios y poco intrusivos con la naturaleza. Porque este es proceso más delicado. Me llamaba la atención ya desde pequeño cuando acompañaba a mi padre a las curtidoras la concienciación y las inversiones tan fuertes que se hacían para devolver al rio un agua si cabe más limpia.
"La peletería es un material natural, sostenible y biodegradable".
Y en la confección, que puedo decir, son tantas cosas… pero quizás lo que más puede llamar la atención: uno como se “rallan” los patrones para cada tipo y talla de piel. Aunque el patrón base es el mismo, prácticamente el cortador para cada tipo de piel, talla de piel y talla de la persona “ralla” un patrón. Esto lo hace por el efecto que hará la piel una vez terminado y por aprovechamiento al máximo de la piel. Dos la gestión de los retales. Con el mimo que el cortador guarda y clasifica los retales. Patas con patas, visón con visón, incluso por colores… Porque luego con ellos se van a unir con unas tecnicas que vienen desde hace mucho tiempo formando unas mantas rectangulares que vienen a ser el corte de una prenda a lo que comúnmente se le llaman “Bodis”.
La Peletería es Moda Circular, y a mí me gusta hablar de dos momentos en concreto.
Uno en la confección, todos los retales que se generan durante la confección se unen para volverlos a utilizar para otras nuevas prendas (son las que toda la vida se han llamado “de retales”). Y el otro es la capacidad que tenemos de darle una nueva vida a un viejo abrigo.
Y es en esta parte en la que me voy detener un poco más. Cuando un abrigo de piel ha llegado a su final porque se ha pasado de moda, porque ya lo hemos usado muchas veces y llega un momento que ya se queda colgado en la percha, no se usa pero no se tira (porque verdaderamente se sabe que tiene un valor). Es ese el momento de llevar la prenda a un peletero. El peletero la va a mimar, la va a desmontar, va a tratar el cuero, el pelo y va a montar una nueva prenda con un nuevo modelo en la mayoría de los casos sin gastar más recursos. El resultado final será una nueva prenda, del último modelo, pero usando las viejas pieles. Esto es algo que somos de los pocos que en la circularidad podemos hacerlo.
Nos encontramos en otras industrias como la automovilística, la electrónica, entre otras que ya lleva un tiempo vendiendo productos reacondicionados. Al principio se hablaba de productos que habían recuperado del proceso calidad. Les habían cambiado la piezas defectuosa, luego productos provenientes de reemplazo, también cambiando la piezas defectuosa y ahora abiertamente se habla de productos que han llegado a su fin, pero en vez de mandarlos a desguace se reacondicionan cambiando las piezas de desgaste y dándole una nueva vida.
Y todo eso me parece muy bien. Nosotros lo llevamos haciendo desde siempre, pero con la diferencia: que en la industria de la Peletería entregamos un producto del último modelo exactamente igual que el nuevo (a veces cuesta diferenciar el nuevo del viejo) con las pieles viejas, sin apenas generar residuos (solo aquellas partes estropeadas y en algunos casos los forros que no se pueden recuperar) y lo podemos hacer sin recurrir a nuevos recursos de materia prima. Mientras que en otras industrias entregan el mismo producto (modelo antiguo, misma estética, misma tecnología…) cambiando las piezas dañadas, cambiando las piezas estropeadas, cambiando las piezas de desgaste. También quedará como nuevo. Pero se han generado residuos (menos que si mandamos todo al desguace) y se extraen nuevos recursos.
S.G- Por último, ¿qué consejos les darías al público joven para que sea consumidor de peletería ?
J.L- No hace mucho teníamos una estudiante de comunicación haciendo prácticas en la empresa. Un día cuando llegué a la oficina la vi con una prenda muy bonita, juvenil, con estilo, de imitación de piel. Ella nada más verme, se disculpó diciendo que era "FAKE", ¡imitación! En ese momento la imagen que me vino a la cabeza son los bolsos de imitación que venden en las playas… Ella me dijo que no le llegaba la economía para comprar uno 'REAL'. Le sugerí que se diera un paseo por la tienda y viera todo lo que había y sus precios PVP. Al rato vino toda arrepentida diciendo que se había dejado llevar por una falsa imagen de que la peletería es asequible solo para unos pocos. Me reconoció que por poco más se hubiera podido comprar uno “REAL”. También reconoció que el móvil que tenía costaba bastante más que muchas de las prendas que había visto y que le hubiera gustado comprar. También me reconoció que había encontrado una motivación para esforzarse en su carrera profesional porque había una prenda que le había gustado mucho pero que tendría que ahorrar mucho para comprársela. Intuí que se habría enamorado de alguna prenda de marta…
En otra ocasión vino otra chica, también joven. Venía con un abrigo de visón que le había regalado su abuela. Y decía, que le daba pena, que le había regalado su abuela esa prenda pero que no se veía con ella. A lo que yo le contesté que claro que no! Como se va a ver con una prenda que a lo mejor se la compró su abuela cuando tenía cuarenta o más años, para el estilo que tenía su abuela hacía cuarenta años… el problema sería que se viera bien con ese abrigo… le probamos los últimos modelos con la misma piel y ella con la cara iluminada preguntó “¿se puede hacer esto con el abrigo de mi abuela?”, la respuesta fue “sí”, se fue encantada.
Foto: Cortesía de Furmark/SFA/IFF
Otra Chica, esta un poco más mayor, casada con hijos. Pero joven, treinta y pocos. Viene con un abrigo de Astrakan, negro, el más rizado. El que llevaban nuestras abuelas. Esta lo tenía claro. Me cuenta que era el abrigo de una tía de su marido. Que ninguna de sus cuñadas se lo había querido quedar, que eso no vale para nada, que si pesa, que la piel ya no se lleva… Y ella por dentro pensando, seguir diciendo que así me lo quedo yo sin negociar con nadie. Y seguía pensando, el peso seguro que algo se quitará y si ya no se llevan pieles es porque no lo ponen a un modelo a la moda… Nadie lo quiso y se lo quedó. Lo trajo a la peletería, eligió el último modelo, le quitamos peso y quedó impresionante. Cuando lo vieron sus cuñadas, unas no le creían que ese había salido del abrigo de la tía y otras le decían que se la tía se lo había regalado a todas…
Una señora más mayor. Madre de un amigo del colegio. Viene una tarde con un abrigo de visón, para que le repasen unos botones o a coser forro que se le había descosido y me dice “¡El abrigo más barato de mi vida!” – me quedé de piedra, era un abrigo de visón y de los mejores – “lo compré hace diez años, desde entonces lo he usado todos los inviernos, le he hecho algunos retoques para actualizar el modelo y está como el primer día. Por contra me compré un abrigo de paño, me costó una sesta parte del de visón y solo me duró un año, intenté arreglarlo para poder seguir usándolo y fue peor el remedio que la enfermedad”
Conclusión:
Hay prendas de piel para todos los precios, a veces nos dejamos llevar por las apariencias.
Si algo nos gusta no dejémonos influenciar por las falsas “verdades” que corren por la red, porque muchas de ellas son incoherentes.
Hay modelos para todas las edades y para todos los estilos, no encasillemos a la piel solo en uno concreto.
La piel es natural, los abrigos de piel se reciclan en nuevos abrigos una y otra vez.
Lo caro, si es bueno, es barato en el tiempo.